Danielle y Denise Martínez usan su crianza multiétnica y el pasado de su familia para aliviar disparidades de la asistencia médica y allanar el camino para todos estudiantes de la Universidad de Iowa.
Reportaje
Emily Nelson
Fotografía
Tim Schoon
Traducción
Shannon Walsh

Las hermanas Martínez marcan los dos lados del Río de Iowa por sus esfuerzos infatigables de liderazgo.

Denise Martínez, doctora en medicina, es una médica de medicina familiar, vicepresidente asociada provisional para la paridad de la salud para la Atención Médica de la Universidad de Iowa y decana asociada para la Oficina de Diversidad, Equidad e Inclusión del Colegio de Medicina Carver. Danielle Martínez es directora de retención de estudiantes en Apoyo Académico y Retención. (Academic Support and Retention)

Cuando trabajan para mejorar las vidas de sus pacientes, estudiante y colegas, las hermanas dicen que es importante, especialmente durante el Mes de la Herencia Latina (Latinx Heritage Month), recordar el viaje de su familia y como les llevó adonde están ahora.

Después de que huracanes devastaron la industria azucarera de Puerto Rico en 1899, miles de puertorriqueños se reubicaron a inicios del siglo XX para trabajar en las plantaciones de azúcar de Hawái.

“Ir de trabajadores de plantaciones de azúcar a vicepresidente asociada provisional de un gran sistema de salud es un salto grande en apenas unas cuantas generaciones,” dice Denise. “Es importante recordar las dificultades y los éxitos.”

“También es importante compartir que siempre trabajábamos y siempre trabajaremos para abrir camino para otras comunidades y así debemos trabajar con otros en nuestras profesiones para abordar obstáculos sistémicos que promueven inequidades,” dice Danielle.

Proyectos de pasión que ayudan otros

Denise y Danielle Martínez están involucradas en programas en Iowa que son particularmente cerca de los corazones. Para Danielle, uno es First Gen Hawks, que es diseñado para equipar a los estudiantes que no tienen parientes ni guardianes con un título de cuatro años con las herramientas, recursos y apoyo que necesitan para cumplir sus objetivos.

Para Denise, es el programa de verano de educación para profesionales de la salud (Summer Health Professions Education Program [SHPEP]). Es un programa gratis de seis semanas para estudiantes que están interesados en profesiones de salud. Es el mismo programa en que participó después de que su asesor de premédica le dijo que nunca entraría en la facultad de medicina.

“Estos programas son inversiones en nuestro futuro,” dice Denise. “Absolutamente necesitamos personas de origines rurales, minoridades, primera generación, todos las orígenes diversos en el sistema médica. Los datos nos muestran que eso mejoraría el tratamiento médico para todos.”

Las dos hermanas Martínez crecieron en Seattle, Hawái, California y Chicago pero Danielle es la razón por la que viven ahora en Iowa con sus padres.

Denise sabía que quería ser doctora cuando tenía 4 años—cuando su hermana menor, Danielle, nació.

“Fui una de los estudiantes a quien mi asesor de premédica le contó que nunca llegaría a ser doctora,” dice Denise. “Por desgracia, esa no es una cosa rara oír para personas subrepresentadas.”

Denise se metió en un programa de verano a la Universidad de Washington para minorías en premédica. Entonces, asistió a la Facultad de Medicina en Tufts University.

Se entrevistó con hospitales por todo el país, y los Hospitales y Clínicas de la Universidad de Iowa acabó como su primera opción.

“Las personas aquí se apoyaron y colaboraron, lo cual no es siempre el caso en todas partes,” dice Denise. “también me gustó que la medicina familiar y la atención primaria son muy respetadas aquí.”

Rápidamente, Denise experimentó la amabilidad genuina de las personas de Iowa. Dos semanas después de que se mudó a Iowa City y se instaló en su nuevo apartamento, la inundación de 2008 destruyó su hogar.

“Todo el mundo corrió a ayudarme a sacar todo,” dice Denise. “Terminé viviendo con el jefe de mi departamento por un mes mientras intentaba volver a ponerme de pie. Pienso que al menos 50 personas me ofrecieron hogar. Eso es súper Iowa. ¿Cierto?”

Mientras tanto, Danielle dice que fue la típica estudiante demasiado involucrada en la universidad.

“Era guía del campus. Era asistente residencial. Trabajaba en el gobierno estudiantil. Me integré a muchos clubes,” dice Danielle. “Participaba en todas las actividades.”

Recibió un título en las comunicaciones y relaciones públicas de la Universidad del Centro de Washington, pero se dio cuenta antes de la graduación de que quería hacer algo diferente.

En su año final de sus estudios en la universidad, alguien le sugirió que entrara en asuntos estudiantiles- una profesión de que Danielle no sabía nada. Obtuvo su máster en asuntos estudiantiles en educación superior de la Universidad Estatal de Colorado y trabajó en instituciones en California, Washington y Chicago. Cuando su trabajo en Chicago no resultó a su gusto, se mudó a Iowa City para estar con su hermana, Denise.

Danielle dice que imaginaba quedarse un par de meses. Eso fue 2013.

Tomó una posición de verano en el Centro para Excelencia Académica Inclusiva (Center for Academic and Inclusive Excellence) que se convirtió en un contrato de un año. La invitaron a solicitar para un trabajo en Apoyo Académico y Retención empezando como subdirectora. Avanzó a la directora adjunta y ahora sirve como una directora en la oficina.

“Me quedo en Iowa porque tengo mi familia aquí: mis padres, Denise, su pareja y mi sobrino a quien lo quiero mucho,” dice Danielle. “También tengo un superintendente estupendamente alentador, colegas maravillosas, y puedo hacer muchas cosas interesantes. Mi trabajo nunca ha sido el mismo de un año al otro. Me quedo para apoyar el éxito de estudiantes, especialmente los estudiantes de color, los estudiantes LGGBTQ+ y estudiantes de primera generación de universidad.”

“Ir de trabajadores de plantaciones de azúcar a vicepresidente asociada provisional de un importante sistema de salud es un gran salto sobre unos cuantos de generaciones. Es importante recordar las pruebas y los éxitos.”

Denise Martinez

Las hermanas trabajan extensamente en iniciativas de diversidad, equidad e inclusión. Dicen que la pandemia de COVID-19 aumentó algunos retos ya difíciles.

Sin embargo, dicen que como todos están tratando de determinar cuál es la nueva normalidad, ellas y sus colegas están trabajando para descubrir qué funciona en el mundo actual para apoyar mejor a los estudiantes, los pacientes, el profesorado y los empleados que son cada vez más diversos.

“Ha habido inversiones grandes en la equidad de salud y en mejorar la salud de cada residente de Iowa,” dice Denise. “Era la decana asociada de DEI y ahora soy la vicepresidente asociada provisional para la equidad de la salud, así hay un nivel completamente nuevo de liderazgo para el cual he sido promotora, lo cual es increíble.”

Al lado académico, Danielle dice que están trabajando para construir una nueva infraestructura y para crear una experiencia continua e integrada que apoya el éxito de todos los estudiantes.

“Los estudiantes saben que valoramos la diversidad, pero es posible que no siempre haya representación física que lo reconoce en ciertas maneras, así que buscamos rellenar estos huecos,” dice Danielle. “Queremos crear un espacio para que los estudiantes prosperen y logren sus metas personales y profesionales, para que cuando salgan de este lugar puedan hacer un impacto positivo en sus comunidades.”

Proteger a la familia de COVID-19

Durante la pandemia de COVID-19, Danielle Martínez podía devolverle el favor de vivir con su hermana, Denise Martínez, cuando primero se mudó a Iowa City.

Sus padres se habían jubilado y se mudaron a Iowa City para vivir con la familia de Denise. Pero, como Denise era médica de primera línea y su madre es inmunocomprometida, las hermanas no querían ponerla en riesgo. Así que, Denise, su pareja y su bebé se mudaron al apartamento con dos cuartos de Danielle por casi nueve meses.

“Vivimos y trabajamos juntos tratando de protegerles a nuestros padres,” dice Danielle. “Lo pasamos bien, pero también hubo mucha gente un espacio muy pequeño. Sin embargo, aun así, es bueno tener a la familia cerca.”

Denise y Danielle dicen que crecer alrededor de múltiples culturas les ha ayudado a saber cómo navegar los diversos espacios en que se encuentran

“Formalmente lo llamaríamos cambio de código, pero creo que nuestra habilidad de navegar espacios múltiples, identidades múltiples, nos ha ayudado a ser muy exitosas,” dicen Danielle. “Creo que es una de las habilidades que las personas de identidades marginalizadas desarrollan y en que son muy buenas.”

Aunque las hermanas trabajan en lados diferentes del río, se encuentran trabajando juntas de vez en cuando.

“He ido a hablar con sus estudiantes, y ella ha venido a hablar con mis estudiantes del programa de verano de educación para profesionales de la salud (Summer Health Professions Education Program [SHPEP]),” dice Denise. “También, yo conozco a todos de mi lado del río y ella conoce a todos los de su lado, así que si una de nosotras tiene una pregunta sobre a quién es mejor llamar, la otra probablemente puede indicarle la mejor opción.”

“También, hay mucho intercambio de ideas entre nosotras.”

Danielle y Denise son apasionadas por dar el mejor comienzo a las generaciones futuras y quieren que los estudiantes sepan una cosa.

“Puedes tener éxito en todo lo que quieras hacer,” dice Denise, quien también quiere contarles un secreto a estudiantes que quieren entrar en el campo de la medicina. “Yo sé que las personas pueden pensar que no es alcanzable ser un médico y que los doctores son superiores a todos los demás, pero la verdad es que son personas normales. Los estudiantes que conozco son extraordinarios y capaces de mejorar sus comunidades. Ellos son los revolucionarios.”